Las aplicaciones del sonido como medio de curación son muy antiguas pero tradicionalmente han estado vinculadas a ritos esotéricos y espirituales. Sin embargo, en los últimos años el uso del sonido como modalidad curativa ha cobrado importancia y ha ido recibiendo el respaldo de parte de la comunidad científica y médica.
Hoy día hay asociaciones como la Sociedad Internacional para la Música en la Medicina y la Asociación de Medicina y Artes que aúnan a médicos, científicos y profesionales que trabajan con el sonido como herramienta terapéutica.
Tenemos que empezar por definir el concepto de resonancia ya que esta es la base de todas las terapias del sonido. La resonancia es el ritmo vibratorio básico de un objeto. Cada órgano, hueso, y tejido del cuerpo humano posee una frecuencia resonante sana. Cuando esta se altera, la zona del cuerpo que le corresponde vibra sin armonía. Se trata de recurrir a la sonoterapia para restaurarla.
Tipos de terapia de sonido
Para muchos, el instrumento más poderoso es la voz. También se utilizan instrumentos como los cuencos tibetanos, los cuencos de cuarzo, tambores, diapasones, campanas, el didyeridú australiano, los gongs, el monocordio y las manos. Todo dependiendo de cada época y cultura. Estos instrumentos, en su vibración adecuada, y según el método que use cada terapeuta, se utilizan para desbloquear, equilibrar y armonizar el cuerpo físico, mental y espiritual. Para eliminar emociones negativas, limpiar la energía o para meditar.
Hay que tener claro que la sonoterapia como terapia alternativa puede aprovecharse como complemento de otros tratamientos médicos para mejorar el estado de los pacientes pero que nunca puede sustituirlos. Hoy en día los instrumentos más destacados son:
- La voz: El instrumento sin duda lo más poderoso y eficaz.
- Los diapasones terapéuticos: Afinados según ciclos naturales en vez de tonos de escalas musicales.
- Los tambores, tambores oceánicos y campanas.
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