Los profesionales de la fotografía utilizan programas de retoque de imagen o vídeo para dotar a sus trabajos con la guinda que les aporta exclusividad en el toque final de las imágenes generadas.
En este caso, veremos cómo algunos trabajos que requieren de muchas imágenes requieren soluciones alternativas a los editores tradicionales.
Cuando se necesita encadenar una serie de imágenes en una línea de tiempo cualquiera, editarlas en vídeo es relativamente sencillo; simplemente hay que arrastrar dicha línea por todas las imágenes que necesitemos, de este modo, ajustamos la duración por defecto de cada una de las fotografías, eligiendo una imagen personalizada que nos servirá de referencia.
A veces, en las presentaciones de fotografías, es necesario dotar a las imágenes de ciertos tintes realistas y es por esto que se hace necesario usar el contraste para que adopte una apariencia más realista.
Es notable el gusto del espectador por las imágenes contrastadas, por consiguiente, podríamos afirmar que el contraste gusta, y mucho. Con la ayuda de distintas transiciones podemos ofrecer un pase de imágenes que se salga de lo habitual mediante el uso de rotaciones, por ejemplo.
También podemos contribuir a la focalización de la atención del espectador mediante el uso de zooms hacia las partes más significativas de la fotografía. Con un buen editor de vídeo, podemos sumar espectacularidad a la presentación y así, mantener la atención de quien lo está viendo.
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