¿Me hablas a mí?

Martin Scorsese es considerado uno de los mejores cineastas de su generación. De su larga lista de obras maestras, cabe destacar su clásico Taxi Driver, sobre todo, esa icónica escena de Robert De Niro frente al espejo. ¿Qué ingredientes tiene este  “Are you talking to me?” (“¿Me hablas a mí?”).

Conoce los detalles de cómo se hizo la escena “Me hablas a mí” desde la perspectiva del escritor, Paul Schrader, del director, Martin Scorsese, y del actor, Robert De Niro. Para comenzar, vea nuestro ensayo en video que explora al icónico taxista monólogo.

Dentro del guion de Paul Schrader

El guionista Paul Schrader y el director Martin Scorsese forman un excelente tándem cinematográfico. De hecho, han colaborado en varias películas. Por tanto, contar con un guion de Paul Schrader es un gran punto de partida. Sin embargo, hay elementos en la película terminada que no estaban presentes en el guion, como el icónico monólogo del taxista: “¿Me hablas a mí?”.

Schrader marcó el tono de la historia. Creó el personaje de Travis Bickle como una forma de autoterapia para ayudarlo a salir de un período oscuro en su vida. Aunque es posible que no haya escrito el guion de “¿Me hablas a mí?”, es seguro decir que este monólogo nunca habría llegado a existir sin su guion original como trampolín.

Como resultado, Schrader creó un marco propicio para el tipo de experimentación e improvisación en el que destaca Scorsese.

La dirección de Martin Scorsese

Como cinéfilo, Scorsese está influenciado por muchas obras cinematográficas. Además, da pie a experimentar y explorar tanto el personaje como el tema. En consecuencia, su dirección flexible es lo que conduce a algunos de los momentos definitorios de la filmografía de Scorsese, incluida la icónica escena “Me hablas”.

A lo largo de la película, Scorsese cambia entre dos puntos de vista distintos: subjetivo (cuando ocupamos el espacio mental de Travis) y objetivo (cuando observamos su comportamiento como lo hacen los demás). Quizás la parte más interesante de esta escena es cómo cambiamos de una perspectiva objetiva de Travis Bickle a una mirada más subjetiva dentro de su mente.

Por ejemplo, en la primera mitad, Scorsese nos convierte en observadores objetivos como si estuviéramos en la habitación. Lo hace con una cámara estática, tomas largas y un audio que captura el ruido ambiental de los vecinos y la calle. Después de eso, en la segunda mitad de la escena, perdemos ese audio y lo reemplaza con una narración en off y la partitura oscura y malhumorada de Bernard Herrmann. Además, la cámara permanece estática, pero la edición interviene para doblar y torcer la realidad, disolviéndose entre tomas en lugar de cortar y una “edición doble” que reproduce el mismo momento dos veces.

Dentro de los confines del desordenado y sudoroso departamento de Travis Bickle, Scorsese y De Niro pasaron mucho tiempo jugando con ideas que respaldaban los temas de la película sin estar limitados por el guion.

Durante la filmación de la escena “Me hablas a mí”, Scorsese estaba agachado debajo de la lente de la cámara, ayudando a De Niro en su monólogo improvisado. Por supuesto, la improvisación no la lleva a cabo solo el director. Lo que nos lleva al protagonista de la mítica escena.

Actuación de Robert De Niro

El tipo de improvisación dramática que conduce a un momento como el monólogo en el espejo de Travis Bickle es un esfuerzo de colaboración entre un director y su estrella. Como una escena en gran parte improvisada, Scorsese confió en los instintos de De Niro para encarnar a Travis Bickle. Y dejar que la espontaneidad se convierta en parte del proceso creativo.

Esta pasión por la improvisación y la exploración de personajes fue algo que De Niro introdujo en su coprotagonista, Jodie Foster.  Este mismo sentido de exploración es lo que llevó a la brillantez del monólogo del espejo; una extensión natural y profundización del carácter como está escrito en la página. La inspiración directa para la escena “Me hablas a mí” provino de fuentes muy diversas.

Estos incluían un mantra utilizado por la ex maestra de actuación de De Niro, Stella Adler. Una pregunta que Bruce Springsteen planteó a la audiencia en un concierto. Y una escena de Reflejos en un ojo dorado donde Marlon Brando se habla a sí mismo en un espejo contribuyó al inicio del icónico monólogo de Taxi Driver.

Esta confluencia de influencias ilustra cómo la inspiración para grandes escenas se puede encontrar en casi cualquier lugar. Por eso, ve mucho cine, lee mucho y escribirás excelentes guiones.

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