Las mejores películas de bajo presupuesto

Hacer una lista con las mejores películas de bajo presupuesto es una tarea complicada. Estas listas normalmente hacen valoraciones en función del éxito que ha tenido la película en taquilla, algo que tiene poco que ver con su calidad. En definitiva, el dinero es lo de menos si el resultado final no está a la altura. Hay datos estadísticos que demuestran que la gran mayoría de películas de bajo presupuesto que disfrutan de cierto éxito en taquilla no obtienen buenas críticas ni por parte de los profesionales ni de los espectadores menos especializados. Aquí se intenta hacer una lista de las películas que compaginan bajo presupuesto con calidad. En este caso, en la expresión “bajo presupuesto” entran películas que han invertido menos de 100.000 dólares para su producción.

Coherence (2013), dirigida por James Ward Byrkit, presume de haber sido producida con tan sólo 50.000 $. Es una película que se apoya en ciertas paradojas físicas para desarrollarse. Sin duda alguna, una de las mejores películas de bajo presupuesto de todos los tiempos, y posiblemente, quitando el factor económico de en medio, una de las mejores de los últimos años. Como anécdota, el director aseguró en una entrevista que el rodaje fue íntegramente en el interior de su casa y los alrededores.

Otra película destacada es Eraserhead (1977), de uno de los genios del cine, David Lynch, producida por 20.000 $. Se trata de una película que alterna realidad con fantasía onírica, algo muy típico de este cineasta, y que no deja indiferente a nadie.

Un clásico de estas listas es Shane Carruth, quien ha dirigido Primer (2004) y Upstream Color (2013), ambas con un capital de 7.000 y 50.000 $ respectivamente. Si bien la primera se apoya en conceptos físicos y puede resultar algo confusa en su desarrollo, la segunda es una película muy interesante, con toques distópicos y una trama bastante bien elaborada. Este director es un gran ejemplo de cómo se puede hacer buen cine con muy poco dinero.

Pi, fe en el caos (1998), del director Darren Aronofsky, es una habitual en las listas de mejores películas de bajo presupuesto, con un gasto aproximado de 68.000 $. Podría entrar sin problemas en una lista de las mejores películas de todos los tiempos. El espectador asiste a las andanzas de un hombre un tanto peculiar y obsesivo.

Una película con ciertas similitudes a la de Aronofsky es Following (1998), de Christopher Nolan, que contó con un presupuesto de 6.000 dólares. También narra la historia de un hombre singular que se dedica a seguir a la gente para buscar inspiración para su trabajo de escritor.

Por último, destacar películas como Slacker (1990), de Richard Linklater, que costó 23.000 $, y Catfish (2010), de Henry Joost y Ariel Schulman, que se realizó por 30.000 $. Ambas también con un presupuesto muy bajo y bastante calidad, pero quizás un escalón por debajo de las anteriores.